El Museo Provincial "Horacio Quiroga" se encuentra ubicado en la ciudad de San Ignacio, provincia de Misiones, Republica Argentina. A 38 km de la capital provincial.
La casa de Horacio Quiroga comienza a funcionar como museo a partir de 1964 cuando se realiza la primer puesta en valor de la casa, con la presencia de la esposa de Quiroga, María Elena Bravo, el jefe de escuadrón de gendarmería, docentes y autoridades municipales. Esta vivienda fue reconstruida en 1996 para filmar la película "Historia de Amor Locura y Muerte" basada en el libro del mismo nombre.
Luego de la adquisición de 185 hectáreas de terreno boscoso en San Ignacio, en la provincia de Misiones, Horacio Quiroga emprendió la transformación de estas tierras. Se dedicó al cultivo de yerba mate y cítricos. En 1908, su vida dio un giro cuando se enamoró de una de sus alumnas, Ana María Cirés, y este sentimiento se plasmó en su obra "Historia de un Amor Turbio". Al año siguiente, en 1909, desafiando la oposición de los padres de Ana María, contrajeron matrimonio y se establecieron inmediatamente en San Ignacio. Fue allí donde Horacio construyó su primera residencia, una casa que más tarde se convertiría en fuente de inspiración para uno de sus cuentos más destacados, "Tejas de Incienso".
En el año 1932, regresa a San Ignacio acompañado de su familia. En esta ocasión, se establece en su segunda residencia, una casa construida parcialmente de piedra y barro. Esta casa, cuyos cimientos se remontan a alrededor de 1911, anteriormente fue el hogar de su suegra, la madre de Ana María Cirés. Posteriormente, realizó una ampliación en la parte frontal de la vivienda, incorporando ladrillos y piedra, desde allí podía apreciar una vista panorámica hacia el gran Río Paraná.
En el año 1932, regresa a San Ignacio acompañado de su familia. En esta ocasión, se establece en su segunda residencia, una casa construida parcialmente de piedra y barro. Esta casa, cuyos cimientos se remontan a alrededor de 1911, anteriormente fue el hogar de su suegra, la madre de Ana María Cirés. Posteriormente, realizó una ampliación en la parte frontal de la vivienda, incorporando ladrillos y piedra, desde allí podía apreciar una vista panorámica hacia el gran Río Paraná.
En 1932, regresa a San Ignacio tras su tiempo en Buenos Aires, donde trabajó como carpintero. En 1917, desempeñó el cargo de secretario en el consulado uruguayo en Argentina y publicó la obra "Cuentos de Amor, Locura y Muerte". Este libro recibió el aplauso unánime de la crítica. Al año siguiente, en 1918, nos obsequió "Cuentos de la Selva", una obra dedicada a sus hijos. Ambos libros fueron escritos en esta hermosa tierra colorada, un lugar de inspiración que contaba con majestuosos montículos de piedra y una vista panorámica hacia el majestuoso Río Paraná. Al regresar a las tierras misioneras trajo consigo los elementos de su taller, incluyendo un antiguo Ford. Se estableció en su segunda casa, construida con piedra y barro, mientras la primera casa de madera se convirtió en su taller de carpintería, tal como lo vemos hoy.